domingo, 6 de mayo de 2007

ÉTICA EN LAS RELACIONES LABORALES: UNA NUEVA VISION DESDE LA RESPONSABILIDAD MORAL EMPRESARIAL

ÉTICA EN LAS RELACIONES LABORALES: UNA NUEVA VISION DESDE LA RESPONSABILIDAD MORAL EMPRESARIAL
Armando J. Camejo R. [1]


Introducción

Los asuntos productivos propios de los procesos de desarrollo en las sociedades están conexos hoy a un extenso desconcierto en el ámbito de las relaciones laborales cuyo sistema tradicional axiológico ha denotado relación capital – trabajo durante décadas. Desde este escenario ambos actores enfrentan al discurso neocapitalista triunfante, diferenciado fundamentalmente por categorías como el individualismo, la flexibilización, la precarización y la deslocalización. Sin embargo, se puede afirmar que el gran triunfador bajo la óptica de este discurso son los empresarios.
Día a día observamos esparcirse aun más las grandes brechas entre estos actores económicos laborales diferenciados conceptualmente en lo siguiente: Uno reconocido en lo económico como dueño de los medios de producción (Empresarios) y el otro como poseedor de la fuerza de trabajo (trabajadores). De cara a este contexto no es conveniente dejar inadvertido el papel del estado que desde su visión de poder esgrime a modo de factor de equilibrio entre ambas actores laborales, un papel preponderante. Sin embargo, no hay que olvidar su conmovida realidad como estado propiciado en la actualidad por las fuerzas del mercado capitalismo flexible.
Frente a esta realidad de un nuevo tipo de capitalismo, de una nueva economía, de un nuevo orden global, de una nueva sociedad y de unas nuevas relaciones laborales florece la necesidad de desarrollar un nuevo sistema axiológico en la relación capital trabajo respaldado sobre un andamiaje donde la explotación del hombre por el hombre logre cargase de la fuerza moral de la que Adam Smith discutió en sus fundamentaciones del libre mercado y que concluyeron es los esquemas globalizadores en los cuales la sociedad de hoy esta atrapada.
Básicamente se apunta, que detrás de todos estos cambios globalizadores amparados por el libre mercado se demanda una nueva valoración de la concepción ética laboral (redefinida por esos cambios a nivel mundial) cuyas consecuencias e implicaciones en el contexto del sistema como eje central de la humanidad, permita fundar una lucha contra los ejes de la exclusión y la precariedad. En este sentido, se intentara dar respuestas a las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son los espacios para prefundar una ética en las relaciones laborales desde el actual esquema de la responsabilidad social empresarial en la era de la globalización?, ¿Cuáles son sus efectos sobre las relaciones laborales? Y por ultimo ¿Que aportes teóricos brinda los pensamientos de Hans Jonás, Adela Cortina y Emeterio Gómez en torno a la ética y la responsabilidad social en las relaciones laborales desde el actual proceso de globalización?

Consideraciones Generales

El mundo de hoy esta rodeado por los grandes avances tecnológicos y comunicacionales de la época. Sin embargo a pesar de sus sorprendentes aportes al desarrolla de las sociedades, los mismos llevan inmersos los anómalos temas de la exclusión y la precariedad. Sobre estos aspectos deliberamos sobre la actividad humana esparcida en el ámbito laboral y las regulaciones existentes entre los actores laborales, las cuales se ven desarticuladas. Cambiando además los principios de dicha conducta de unos respecto de otros. No puede ser de otra manera, porque los seres humanos derivan sus ideas y valores morales y éticos en última instancia de las condiciones prácticas en que se basa su situación concreta.

Hoy día, estas condiciones están sustentadas en la reestructuración capitalista y de las relaciones socio-laborales derivadas del modelo neoliberal que se ha instalado en el sistema social actual y cuya acción se expresa en la precarización del trabajo, la exclusión y la marginalización de los individuos bajo sus argumentos expresados en el vocablo de grandes mayorías cada vez más empobrecidas.

La crisis de la ética y en consecuencia la de responsabilidad social en los espacios de las relaciones laborales. Se fundamentan en que ya no existe una superestructura jurídico / política en el estado que reconozcan los derechos laborales a los trabajadores y la satisfacción de sus necesidades sin atropellar las de los demás.

Desde este contexto el Estado lejos de contribuir con ello, se limita a ser funcional a la nueva ideología neoliberal y las minorías sociales que la sustentan, siendo cómplice de la ruptura del mundo ético y en consecuencia de la responsabilidad social de las organizaciones empresariales en este ámbito. Es un Estado que excluye los problemas sociales de sus afanes y sólo se concentra en disminuir permanentemente las regulaciones a la economía, favoreciendo al nuevo infocapitalismo (salvaje). Se trata entonces, de que los seres humanos no consientan la preocupación por el otro, es decir no coexiste la presencia del otro para los demás. Ello se manifiesta en el constante irrespeto de los derechos socio laboral (humanos) de los hombres

Por otra parte, advertimos sobre la silueta de un estado que del mismo modo, y como poseedor de los medios de producción. De la misma manera, intenta bajo la figura de la asociatividad, el cooperativismo y la cogestión pretenda como la ideología neoliberal desconocer los derechos de los trabajadores

Estas alarmantes situaciones son producto del desarrollo contradictorio entre el enorme avance tecnológico y la incapacidad de la sociedad para orientarla al servicio de todos los integrantes de ella por intermedio del mundo laboral.

Hoy día predomina en los sistemas sociales el individualismo, el aislamiento, la soledad, la angustia, la incertidumbre, la desintegración cultural, el engaño, la cesantía o el trabajo precario y prácticamente vano para las grandes habitantes de las sociedades. Todo ello sobre la base de una ética racionalizada desde la perspectiva neoliberal, desencantada y sin bases morales sólidas.

Ello nos revela que la ciencia como instrumento liberador del hombre abandona su camino, para convertirse en sólo fuente de productividad y mayor consumo mercado (Racionalidad mercantil). Es decir la ética se relativiza al extremo que sólo importa lo que es más cómodo y rentable: la relación costo/beneficio es el nuevo patrón en que se miden los valores. La calidad de vida se confunde con cuánto tienes y cuánto vales.

Pero la superación de estas profundas contradicciones que está lanzando al abismo de la marginalización a millones de trabajadores no es sólo un problema de conocer esta situación. Pasa necesariamente por fundar una nueva base moral que coloque lo humano en el centro de toda política económica y social.

[2]Se trata, en el contexto de interesarnos en las consecuencias de lo que hacen grupos humanos sobre otros seres humanos, es decir, los efectos que producen en las grandes mayorías las acciones de pequeños grupos humanos egoístas privilegiados.[3]Sustenta además que los seres humanos somos animales éticos que hemos surgido en una historia biológica de amor e intereses mutuos, que comparte comida, cooperación y sensualidad.

Persiguiendo con el planteamiento del autor referido se tiene: la ética surge en los humanos en su emoción como un interés por el otro o los otros y no negando la responsabilidad de las consecuencias de nuestras acciones sobre estos otros seres humanos, mientras se aceptan racionalmente sus efectos negativos.

El interés por la suerte del otro en una comunidad social (relaciones laborales ) es constitutivo a nuestra coexistencia social, es el sustento fundamental para construir dominios cognitivos que expliquen nuestras praxis de vivir, superen las coexistencias no-sociales que no asumen el destino del otro y que demanden la reformulación de la praxis del vivir ético propio de la coexistencia social de sociedades normales.

[4]Asevera categóricamente que permaneceremos humanos sólo mientras nuestra acción en el amor y la ética sean las bases operacionales de nuestra coexistencia como humanos.

Para ello es necesario reconstruir la ética y la responsabilidad social en las relaciones laborales como esencia socializadora del hombre. Su reconstrucción pasa no sólo por ofrecer una nueva moral a la familia, la vida privada, a la política nacional, empresarial y a las relaciones laborales, sino que es necesaria una macroética capaz de asumir las consecuencias planetarias del desarrollo tecnológico, la globalización y del nuevo tipo de sociedad que está surgiendo en estas nuevas condiciones.

En este sentido, las mismas deben ser redefinidas, sometiendo nuevamente la tecnología a la ciencia y la globalización a los intereses de las diversas naciones y etnias que pueblan el planeta. La macroética debe ser redefinida. Ello se debe hacer sobre la base de reconocer en todos los miembros de la sociedad interlocutores válidos con derechos a la libertad, al desarrollo personal, a la satisfacción de todas sus necesidades, -tanto materiales, intelectuales como espirituales-, que le permitan un crecimiento pleno e integral como seres humanos.

Es una ética y responsabilidad social recontextualizada para las necesidades humanas normales actuales, cuyo fin será superar la amenaza que significa hoy día para las distintas sociedades el desarrollo tecnológico sin equidad y manejado exclusivamente en función de los intereses de minoritarios sectores financieros transnacionales.

En fin, una ética y responsabilidad social fortalecida sobre principios morales sólidos que ponga al desarrollo científico-tecnológico en la perspectiva de crear nuevas formas de organizar las relaciones laborales que asegure a la persona humana su desarrollo normal, sin exclusiones y brutales marginalizaciones.

Finalmente urge reivindicar entonces en el mundo una visión política, ecológica, económica, ética y espiritual del desarrollo social para construir una nueva sociedad que esté basada en la dignidad, los derechos humanos, la igualdad, el acceso a la tecnología, el trabajo moderno y flexible de buena calidad para todos, el respeto al entorno, la paz, la democracia, la responsabilidad mutua, el amor, la coexistencia social, la comprensión, el conocimiento, la sabiduría, la cooperación y el pleno respeto de los diversos valores y orígenes culturales de toda la gente.



Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, San Carlos, Cojedes, Economista Agrícola, Profesor-Investigador Categoría Asistente. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Especialización en Gerencia de los Recursos Humanos. Universidad de Carabobo, Doctorado en Ciencias Sociales Mención Estudios del Trabajo.

[2] MATURANA, H. y VARELA, F (1973) " De maquinas y seres vivos" Santiago de Chile. Editorial Universitaria

[3] MATURANA, H (1995) La realidad: ¿Objetiva y Construida? Anthropos. Barcelona

[4] MATURANA, H (1991) El Sentido de lo Humano Hachette Comunicaciones, Santiago de Chile